¿No hay más que palabras? ¿Todo se queda reducido al verbo originario («En el principio era el Verbo», Juan 1:1-3) y todo lo demás es sólo imaginado, el sueño de un dios perdido en el infinito? Detrás de las palabras pronunciadas, escritas sobre barro, corteza, piedra o papel, o reducidas a un código binario y esparcidas en todas las direcciones por impulsos eléctricos, ¿no hay nada? El sudor del trabajo, el sublime esfuerzo de la parturienta y la boca del niño que busca desesperadamente el sustento, ¿es sólo narración, literatura?… ¡No! De la mañana a la noche podemos caminar por un mundo imaginario, aparente, eventual, irreal y podemos llegar a pensar que todo es virtual, pero la Naturaleza, la Realidad está ahí para que la percibamos con los cinco sentidos y la comprendamos con nuestra inteligencia; miles de millones de personas se afanan de la mañana a la noche para vivir en esa Realidad, para adaptarse a ella y hasta para transformarla. Detrás de las palabras están las cosas y aunque muchas veces las palabras sean inexactas y hasta falsas, las cosas recuperan una y otra vez la verdad, lo auténtico, la Realidad… Y a la postre, al final comprendemos que denominación y cosa, virtual y real van juntas y son parte de un Todo que el hombre nunca comprenderá completamente, que nunca abarcará, aunque, como un dios perdido en el infinito, sueñe que ya lo ha conseguido.
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Es verdad, es verdad, me encanto, muy bonito.
Hola después de años,
un placer saber que sigues por ahí , me alegró recibir tu invitación,
no perderé de vista este lugar.
Un abrazo.
Paulina
¡Gracias, amiga! Espero verte por aquí de vez en cuando… y que disfrutes con ello… Un gran abrazo.
Lo virtual tiene sus pro y sus contra.En los pro situaría las ventajas en cuanto a información.No hay nada que no pueda encontrarse virtualmente.
En cambio , en cuanto a las relaciones personales, tengo mis dudas, ya que es posible toda clase de engaño.Y, aunque la comunicación fuera sincera y se encontraran personas muy afines, la distancia,el desconocimiento de la personalidad del otro, la imposibilidad de encontrarse cara a cara, crea frustración, sobre todo si se establecen vínculos afectivos.
También tiene sus paradojas. Leí hace poco algunas paradojas de la tecnología y entre ellas,Michele Norsa señalaba que «nos acerca a los más lejanos y nos distancia de los más próximos».
Pasamos mucho tiempo enviando besos y abrazos virtuales y muy poco dándolos realmente.
Pero, tú, Abada, siempre te recreas en lo positivo. ¡¡ Así te veo !!.
Un abrazo
Muchas gracias, Fany, por haberte fijado en este texto. Es tema que me preocupa y sobre el que creo que queda mucho por reflexionar y debatir, Yo guardo muchas anécdotas, propias o de amigos, que reflejan esa paradoja que señala Michele Norsa y la que tú señalas inteligentemente como conclusión de tu comentario.